Si te atrae la Edad Media te sugiero un viaje en el tiempo visitando Avilés. Una villa medieval, comercial y marinera. Es uno de los pocos lugares de Asturias donde mejor se conserva su casco histórico. Te sentirás en otra época y en otro tiempo.
Avilés aún conserva calles, plazas, edificios, palacios, fuentes y elementos arquitectónico medievales y lo que es más auténtico aún, su esencia. Avilés fue una ciudad amurallada hasta 1818 cuando fue derribada. Estaba prácticamente rodeada de agua de mar, de la ría y del río Tuluergu. Los barcos atracaban casi en sus calles. Y para salir había que franquear las puertas de la muralla. Aún quedan restos de muralla en algunas zonas de la villa.
La esencia de Avilés es totalmente medieval. Nos encontramos con calles como Galiana con casas construidas en el siglo XVII sujetas por columnas de piedra, creando así una calle con soportales que proporcionan un excelente techo cuando llueve.Yo siempre dije que para pasear por Avilés no hace falta paraguas.
Galiana tiene todavía su empedrado original. Consiste en dos tipos de suelo diferentes: uno de piedra para los animales y otro más fino para la gente. Antiguamente cobijaba los puestos de artesanos que vendían sus productos bajo los soportales. En estas casas cuya construcción comenzó en 1663 vivían labradores. De hecho, todas tenían detrás su huerto para auto-abastecerse (aún lo conservan). Se cuenta que estos labradores eran quienes trabajaban en los montes de los alrededores cuyo objetivo principal era producir madera para fabricar barcos.
En el Carbayedo y aún en la calle Galiana nos encontramos con una capilla dedicada a San Roque pero que hoy se llama Jesusín de Galiana. El motivo de su construcción nos remonta a la época de la peste, a 1649 cuando por un descuido desembarcó un barco sospechoso sin haber estado en cuarentena y se consideró como un milagro haberse librado del contagio de la peste así que, como agradecimiento se construyó la capilla. Esta capilla se reedificó en 1884.
Otra calle emblemática del Avilés medieval es la calle Rivero, Ya existía en 1485. Se fue formando en ella un núcleo urbano poco a poco. Era la carretera de iba a Oviedo. También era Camino de Santiago. Las casas dela calle Rivero también está sujetas por viejas columnas formando los emblemáticos soportales medievales de Avilés.
En 1515 se construye en esta calle de Rivero un hospital de peregrinos. Lógico si tenemos en cuenta que era camino de Santiago. Aquí está la famosa fuente de Los Caños de Rivero construida en 1815 y rodeada de asientos de piedra. También fue un lavadero y muy frecuentado especialmente por mujeres que iban a lavar.
Nada más comenzar la calle Rivero nos encontramos con el Palacio Llano Ponte de estilo Barroco, construido en 1700. Fue durante mucho tiempo el famoso cine Marta y María.
Muy cerca tenemos la Ferrería, calle que debe su nombre al gremio que habitaba en ella. Otra calle más con soportales. Fue el eje principal de Avilés, llamándose calle Mayor. Aquí estaba una de las puertas de la villa cuando esta estaba amurallada.
En esta calle se encuentra el palacio de Valdecarzana, del siglo XIV, de arquitectura urbana gótica. Fue propiedad de un mercader donde tenía la vivienda arriba y el comercio abajo pero luego pasó a ser propiedad de los marqueses de Valdecarzana que la convirtieron en palacio.
La calle la Ferrería nos lleva a la plaza Carlos Lobo donde se encuentra la iglesia de los Padres Franciscanos levantada en el siglo XII en el lugar que ocupara un templo prerománico. Se dice que es el edificio más antiguo de Avilés que se conserva. Se supone que allí yacen los restos de Pedro Menéndez adelantado de la Florida
Muy cerca de aquí nos encontramos con el Palacio de Camposagrado, palacio barroco de tres plantas del siglo XVII. Cuando se construyó contaba por detrás con unas preciosas vistas a la ría y estaba pegado a la muralla. La fachada delantera constituye uno de los mayores ejemplos del barroco en Asturias. Hoy alberga la Escuela Superior de Arte del principado de Asturias.
Para llegar a Galiana tenemos que subir por la calle San Francisco donde nos encontramos con otro templo, la iglesia de San Francisco que estrenaron los Franciscanos en 1380 y estaría pegada al convento. Antiguamente no era más que un monte. Más tarde se añadieron la torre y otras partes que lucen hoy. Hoy se llama iglesia de San Nicolás de Bari. De fachada románica, portada gótica y un fragmento de cancel visigótico.
Y justo debajo de esta iglesia nos encontramos con la fuente de los Caños de San Francisco. Hoy un icono del casco histórico de Avilés. Ya existía en 1488 aunque para algunos no entró en servicio hasta 1595.
Justo a la izquierda de los Caños, al principio de la calle San Francisco, tenemos el Palacio de Ferrera, construido en el siglo XVII por los marqueses de Ferrera, justo frente al ayuntamiento. A pesar de su decoración sobria es de estilo barroco. Desde el 2003 es un hotel, uno de los más importantes de Asturias, el NH Palacio de Avilés. Incluso antes de ser hotel, ya se hospedó aquí la reina Isabel II y Alfonso XII, también los reyes actuales.
Y justo frente al palacio Ferrera nos encontramos con el ayuntamiento de Avilés construido en 1677. Construido a extramuros y bien pegado a la muralla. Tardó 7 años en construirse. La torre con el reloj se añadió en el siglo XIX. Este reloj antes estaba junto a la Ferrería en una torre vieja que se cayó en 1695.
Cambiamos de zona y nos vamos al barrio de Sabugo, barrio con carácter marinero, barrio de marinos y pescadores, gente humilde. Tomemos la calle Bances Candamo, también con soportales y muy típica del medievo. Parece que estemos en un túnel del tiempo. Sabugo fue un barrio que estaba fuera de la muralla y sus habitantes eran más pobres que los de la villa. Los separaba del resto de Avilés el río Tuluergu que atravesaban a través de un puente.
La calle Bances Candamo nos lleva a la Plaza del Carbayu, una de las más antiguas de Avilés. Lugar de encuentros sociales y reuniones de trabajadores y vecinos de Sabugo.
En esta plaza nos encontramos otra iglesia, la Iglesia Vieja de Sabugo, del siglo XIII, catedral de un barrio marinero. También se llama Iglesia de Santo Tomás de Canterbury.
Su portada lateral es de estilo románico pero su portada principal es de estilo gótico. Al lado tenía el cementerio. Hoy todavía se puede ver alguna lápida. Y en un lateral de la iglesia podemos ver la mesa de mareantes, una mesa de piedra con unos bancos donde se reunían los marineros y navegantes antes de salir a la mar para consultar los mapas y cartas de navegación.
Aquí acaba este breve recorrido por el Avilés medieval. Os animo a visitar esta peculiar villa asturiana. Si os quedasteis con las ganas de ver algo más de la esencia de Avilés, os sugiero a visitar mi galería en la que os encontraréis mi proyecto fotográfico sobre Avilés, Esencia de Avilés, expuesto en varias ocasiones, entre ellas, en el Casino de Avilés, en el Centro Cultural del Valley de Piedras Blancas y en el Museo de la Historia Urbana de Avilés.